"Aunque el mundo sea un disfraz" es el nombre del primer disco de Raudales grabado a fines del 2006. Nombre inspirado en una canción inédita, habla de la necesidad de transformar la realidad, de darle un sentido individual y de personalizarla. Es mi ego en potencia, la búsqueda de la creación, sin antifaz ni mascarillas, así tal cual, como el cosmos quería que fueran los seres humanos. Supongo, porque o sino ¿cómo explicamos esta evolución?

Monday, August 22, 2005

RAUDALES: La historia es nuestra y la hacemos nosotros

Todo comenzó con una guitarra de cinco cuerdas, que cuando se tocaba hacia pequeñas heridas en los dedos. Era un dolor inmenso, pero la necesidad mataba. La guitarra era de un amigo de la Universidad, que llegó a mis manos, un día que hicimos una fogata con amigos en el living de mi casa.
La sala ardió hasta que quedamos inconcientes, creo. Pero de ahí brotó Raudales, en solitario, una agrupación que emergía desde mi hogar, que tocaba la puerta porque me sofocaba producto del humo de Santiago y de mi casa.
Mi nueva guitarra de cinco cuerdas, sonaba como tarro. Tenía una cantidad importante de arena en su interior, lo que me permitía generar ritmos, con el sólo hecho de moverla un poco como si fuera una pandereta.
La arena le daba un toque latino, un no sé que de ritmo a lo africano, le daba sangre de esta tierra, que bien parecía acompañarse con mis dedos ensangrentados producto de unas cuerdas seguramente no cambiadas hace años. Como no tenía 6 cuerdas sino sólo cinco necesariamente me puse a inventar canciones en octavas como le llamo yo, es decir un do arriba y un do abajo, nada más, ¿se entiende?. De pronto descubrí que asi era me era muy fácil componer, y a la vez le daba un toque original a la música.

Para acelerar el proyecto en el que me embarcaba, me puse a inventar canciones cada vez con mayor peridiocidad. La primera fue "Demasiado Tarde" casi un canto que jugaba a perdedor, como si ya estuviera viejo para inventar una banda de rock. Luego vino "Luces" esa canción que llamó la atención de mis amigos cercanos, que comprometidos con mis sentimientos, encontraron en ella algo de realidad.

Cuando tenía cerca de 10 canciones me puse a buscar gente. Y fue una de las peores etapas de mi adolescencia. Fue un etapa de verdadera adolescencia, porque adolecía de muchas cosas, entre ellas de una banda que quería armar y me era imposible. Nadie aparecía, sólo uno que otro extraño ser que llegaba a mi casa y nunca más volví a ver. Esa étapa fue larga, muy larga. Por lo menos para mi se hizo interminable, poruqe creía que los músicos llegarían por doquier, pero no fue así.

Por casualidad apareció Gian Paolo el baterista actual de Raudales:


II. GIAN PAOLO RAUDALES

En esa época yo estaba muy metido en la onda del cine, y cree un sitio web al respecto. Por casualidad Gian Paolo le planteó a un amigo su interés en escribir en esa página, aunque en nada quedamos. Luego de unos meses en acto de desesperación mío, recopilé todos los mails que me habían mandado diferentes músicos interesados, y sin querer incorporé el de Gian Paolo, porque ya se me había olvidado quien era él.

Fue el único que me respondió, y ahí empezamos un proyecto de dúo, que también se hizo agotador. Llegamos hasta una banda que se había recién disuelto, llamada Medusa, la que nos terminó desechando porque no teníamos la experiencia necesaria. Fue un día bochornoso debe recordar Gian Paolo, pero esa es una historia de él, si él quiere contarla que cree su propio blogg.

Fue en esa época, un poco antes tal vez, donde también conversé con Leo Quinteros, un joven que recién empezaba su carrera, pero que de antemano me explicó que a él le gustaba trabajar solo y quería solo músicos que lo acompañaran. Como yo tenía una necesidad imperiosa de decir cosas su propuesta me cayó casi como una ofensa. Pero de alguna forma me vi reflejado en él. Sentí que él tenía la misma angustia que yo, y por fin en ese momento comprendí que todos pasaban por lo mismo. Que era el curso natural de las cosas, la única diferencia es que unos se rinden antes que otros.

Y fue precisamente lo que hicimos con el Gian pa, nos rendimos. Bajamos los brazos y nos quedamos con el recuerdo, de una banda que sólo existió para nosotros. Yo alcancé a grabar un ep en el computador de mi casa y cerré la etapa.

Pero por dentro pensaba algo que Carlos Peña mencionó el otro día en El Mercurio, citando a Jean Paul Sartre, y que yo me permito robarle su interesante análisis. Decía Peña:

"¿Entonces es la despedida?
- pareció sugerir Simone de Beauvoir a Jean Paul Sartre, cuando se enteró que, ya enfermo, se iba de vacaciones.
- No es simplemente La Ceremonia del Adiós, dijo Sartre".

Es decir, por dentro con Gian Paolo, sabíamos que esto estaba recién comenzando. Cerrábamos una etapa, para comenzar otra, en cualquier momento.


III. DON MULA RAUDALES


Fue exactamente hace un año (23 agosto 2004) cuando la historia de Raudales, cambió por completo. Fue en el cumpleaños de un amigo y actual bajista de Macana, Pablo Torrejón, donde conocí al tercer integrante que impulsó a la banda. Su nombre es Andres Hernández, un antiguo amigo de la época del colegio, quien se entusiasmó con empezar a tocar nuevamente.

Andrés siempre fue el guitarrista que más admiré en el colegio, por su excelente desempeño de la guitarra. Tocamos un par de veces juntos. Incluso animamos la campaña política de su abuelo en Vitacura, lo recuerdo como si hubiera sido hoy...no mentira...lo recuerdo como si hubiera sido hace 9 años, pero en realidad fue hace 8. Podríamos decir que desde ahí que no nos veíamos. Podríamos. Sólo podríamos.

Bueno, él había abandonado su guitarra para cambiarla por un Play Station, como el suele decir. Muy posmoderno de su parte, pero no lo culpo. Yo también había abandonado la guitarra un largo tiempo. Pero era otra época, recordemos que fueron los años en que casi los chilenos eligen a Lavín como presidente, es decir, todos estábamos sumamente confundidos, no sólo Andrés.

IV. LAJA RA.UDALES


Luego fue el turno de Felipe Lajara. Nuestro actual bajista. Que era precisamente lo que necesitábamos para emerger como banda. Habíamos tocado con otros bajistas antes, pero nada nos terminaba por convencer ni a nosotros ni a nuestros parches musicales.
Es un bajista delicado, intuitivo, que tiene incorporada la idea de la canción en su cabeza. No está engrupido con su instrumento sino que con la música y el arte en general. Eso es bueno porque nos permite explorar.
Me gusta que esté interesado en el cine y en el teatro. Me hace sentir que estoy tratando con una persona de las nuestras, esos que tenemos una complicidad artística-humanista. Tal vez hagamos alguna película algún día quien sabe....

Quien sabe como termine todo esto, lo cierto es que ahora podemos decir que Raudales existe, y somos nosotros cuatro, un círculo que se vuelve elíptico cuando tocamos, lo que nos diferencia de las otras bandas emergentes, que son sólo círculos.

(Tal vez sea porque la guitarra tenía sólo cinco cuerdas...)

 

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